La competición estuvo rodeada de polémica, ya que el campeón logró dos victorias en la fase semifinal ante dos equipos del bloque soviético, el CSKA Moscú y el Spartak-Zbrojovka Brno, que se negaron a jugar en Israel, disputando los partidos como visitante en canchas neutrales de Bélgica.[1]
Los equipos se dividieron en seis grupos de 4 equipos cada uno, jugando un sistema de todos contra todos, en el que el primero de cada uno se clasificaría para la fase de semifinales.