Usuario:Wilfredor/Taller

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El racismo en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha sido identificado como un problema relevante que cuestiona su compromiso con la igualdad y los derechos humanos. Diversas denuncias de discriminación y sesgo racial presentadas por empleados y funcionarios han revelado una estructura de poder desequilibrada y una cultura institucional que excluye a ciertos grupos, particularmente los de ascendencia africana. Estos problemas han generado llamados a la acción y promesas de reforma por parte de la dirección de la ONU para eliminar las prácticas discriminatorias.

Denuncias de discriminación[editar]

Un ex alto funcionario del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) relató su experiencia de discriminación en la organización, indicando que no esperaba tal comportamiento en una institución basada en la igualdad y los derechos humanos. Despedido tras dos años de trabajo, afirmó ser víctima de discriminación y decidió presentar una queja ante un organismo interno de la ONU en junio de 2020, poco después de la muerte de George Floyd. El Secretario General de la ONU, António Guterres, reconoció en una reunión virtual que el racismo existe dentro de la organización y prometió un plan de acción y un debate abierto.

Acciones del grupo africano[editar]

El 30 de diciembre de 2020, los embajadores africanos redactaron un llamado a la acción titulado "Unidos contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y la intolerancia relacionada", que fue enviado a Guterres. Este documento subraya las quejas frecuentes de discriminación y barreras para el reclutamiento y promoción de ciertos individuos dentro de la ONU. Una encuesta interna realizada en junio de 2020 por el Personal de las Naciones Unidas de Ascendencia Africana (UN-PAD) reveló que el 52% de los 2,857 encuestados había experimentado alguna forma de racismo, detallando ejemplos concretos de desarrollo de carrera, falta de respeto, exclusión, sanciones desproporcionadas, acoso y discriminación.

Representación geográfica y justicia interna[editar]

El informe de UN-PAD confirma una percepción generalizada de discriminación racial y sesgo, destacando la sobrerrepresentación de occidentales en los puestos más buscados y mejor pagados de la ONU. Organismos como la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) son ejemplos de estas disparidades, con una fuerte presencia de personal occidental en sus equipos de liderazgo. Además, los altos cargos en diversos departamentos de la ONU están dominados por nacionales de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, reflejando una estructura de poder desequilibrada.

Llamado a la acción del grupo africano[editar]

El embajador de Botsuana ante la ONU, Collen Vixen Kelapile, en representación del Grupo Africano, subrayó en una reunión con Guterres la importancia de garantizar una representación geográfica equitativa y mejorar los mecanismos de justicia interna, además de recordar el compromiso del Secretario General con una política de tolerancia cero frente a la mala conducta. Sin embargo, persiste el escepticismo sobre la efectividad de estas políticas y la independencia del sistema de resolución de disputas de la ONU.

Acusaciones de abuso y corrupción[editar]

Además de las denuncias de racismo, ex funcionarios de la ONU como Purna Sen han señalado la necesidad urgente de investigar las acusaciones de abuso sexual y corrupción por un panel independiente. Tras una investigación de la BBC que reveló el despido de varios empleados que intentaron exponer irregularidades, Sen sugirió que la ONU debe adoptar las recomendaciones de dicho panel.

Documentación de abusos y corrupción[editar]

La BBC documentó casos de corrupción, gestión negligente y abuso sexual en la organización. Empleados que intentaron denunciar fueron penalizados y, en algunos casos, despedidos. Sen y otros denunciaron una cultura que protege a los altos funcionarios en detrimento de los derechos de los trabajadores, señalando la necesidad de reformas profundas y un compromiso real con la transparencia y la justicia.

Respuesta de la ONU[editar]

El portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, afirmó que la organización se toma en serio estas cuestiones y busca mejorar los sistemas para garantizar que las personas se sientan seguras al denunciar abusos. Sin embargo, persistieron críticas sobre la efectividad de las medidas adoptadas y la independencia de los organismos internos de supervisión. La ONU mantiene que cualquier caso de mala conducta, incluido el acoso sexual, será sancionado, aunque la eficacia de estas políticas sigue siendo cuestionada.